El otro día hablamos del origen de las alianzas de boda y hoy vamos a volver a hablar de anillos pero esta vez de los anillos de compromiso.
Aunque no se conoce con exactitud el origen de esta tradición sí que tenemos indicios en la antigua Roma. Hasta el siglo XVIII las parejas no se casaban por amor sino que el matrimonio era una fórmula de contrato económico entre familias y el anillo de compromiso era la manera de sellar este acuerdo.
Por aquel entonces los anillos de compromiso eran simples aros de hierro que el novio le entregaba a la novia, pero en el siglo IX, el Papa Nicolás I estableció que los anillos de compromiso debían ser una muestra de que el hombre estaba capacitado para mantener y cuidar a la mujer y empezaron a entregarse anillos de oro.
Ya en el siglo XII el Papa Inocencio III instauró un largo período de prueba entre el compromiso y el matrimonio como manera para verificar que los novios estaban seguros de querer casarse. Estos anillos de compromiso ya no tenían que ser necesariamente de oro, sino que podían ser de otros metales, de manera que el número de anillos de compromiso aumentó considerablemente.
Es a partir del siglo XVIII cuanto esta idea del matrimonio va evolucionando y comienzan a imponerse los matrimonios por amor y por lo tanto el anillo de compromiso adquiere un significado más sentimental, es el símbolo de una promesa de amor eterno entre ambos miembros de la pareja que permanece hasta nuestros días.
Aunque el anillo de compromiso fue evolucionando a lo largo de la historia y pasó de ser un simple aro de hierro a llevar diversas piedras preciosas, se cree que no fue hasta 1477 cuando se entregó el primer anillo de compromiso con diamantes, el más famoso conocido hoy en día.
Lo recibió María de Borgoña de parte de su prometido, el Archiduque Maximiliano de Austria, y como su matrimonio fue duradero el anillo se convirtió en un símbolo de fidelidad y amor, convirtiéndose en el anillo más codiciado en Europa.
Significado
El anillo de compromiso se lleva en el dedo anular porque, como ya comentamos en el post sobre el origen de las alianzas, de este dedo sale la vena que va directamente al corazón.
Por otro lado el diamante se caracteriza por ser una piedra indestructible por ese motivo simboliza la fortaleza, la pureza del amor y el compromiso de la pareja.
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Fotografía de portada: Ein Photography
Vía: Style Me Pretty