Hoy os traigo un post muy especial porque los protagonistas son una pareja encantadora a la que le he cogido muchísimo cariño durante estos meses… os los presento, ellos son Mari y Castor.
Mari y Castor se casaron hace 25 años y sus bodas de plata las querían celebrar por todo lo alto, con sus familiares y amigos más queridos, recordando todos esos momentos vividos a lo largo de sus años de matrimonio.
Para la ocasión, Castor quiso prepararse en su casa de toda la vida, junto a su hija y su mujer.
El lugar elegido para la celebración fue el Parador de Baiona, rodeado de una preciosa fortaleza y desde el cual se tienen unas impresionantes vistas al mar y a las Islas Cíes.
Mari, junto con la madrina, su hija Noelia, pudieron compartir unos momentos de intimidad antes de la boda. Ambas se decantaron por un vestido de la diseñadora viguesa Patricia Avendaño.
Uno de los momentos más emotivos de la boda tuvo lugar durante los aperitivos. Los invitados esperaban a la pareja con un globo en la mano.
Mari quiso dar un discurso de agradecimiento muy sincero a todos los presentes por acompañarlos en ese día, y en especial al recuerdo de su padre, al que le dedicó un “te quiero” en el globo que luego soltaron al cielo.
Cuando Mari y Castor vinieron a pedirme que me encargara de la organización de sus bodas de plata, la primera idea que tuvimos en común fue tener muy en cuenta a todos y cada uno de los amigos y familiares que asistirían a la boda, y que han compartido toda una vida junto a ellos.
Este motivo, junto con la gran afición de la pareja que es viajar, conformó la temática de la boda: el viaje de toda una vida juntos.
Como seating plan diseñé un mapamundi, en la que cada lugar conformaba una mesa. Los puntos de mesa disponían de una fotografía del lugar al que se correspondían, y en la mesa de firmas no podía faltar una selección de fotografías de estos 25 años juntos.
A la hora de diseñar la decoración era muy importante mantener el estilo del Parador, esa elegancia, sobriedad, respetando la madera y las impresionantes lámparas del techo.
Dentro del salón la decoración se mimetizaba muy bien con el entorno, y simplemente llamaba la atención la composición LOVE de letras luminosas, la cual se convirtió en el centro de todas las miradas y fotografías.
Sin duda para mí ha sido un placer poder organizar y formar parte de esta preciosa celebración, llena de sentimientos y emociones, porque si hay algo más bonito que celebrar una boda, es confirmar que después de 25 años juntos, seguís hechos el uno para el otro.
¡Felicidades pareja!
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Fotografías: Juan Gestal
Lugar de ceremonia y recepción: Parador de Baiona // Fotografías: Juan Gestal // Organización, diseño y decoración: Lluvia de Arroz // Vestido novia: Patricia Avendaño // Flores: Floristería Edén // Mesa de dulces: Petite Cake // Gráfica: Eledis // Música: Máster Disco Móvil