Cuando se acerca el gran día, hay decisiones que tenéis que ir tomando. La música de la boda es una de las partes más importantes, desde el principio hasta el final de la boda, por eso debéis elegirla con especial atención.
Existen diferentes momentos y cada uno de ellos exige un tipo de música que se ajuste a las necesidades de la situación y vuestros gustos. En este post, vamos a centrarnos en la música de la ceremonia.
Para hablaros sobre un tema tan importante, nadie mejor que un profesional con muchos años de experiencia en el sector. En el post, contamos con Agustín, de El Sonido de tu Boda.
El Sonido de tu Boda, lleva más de 10 años poniendo bandas sonoras a ceremonias nupciales de todo tipo a lo largo de toda la geografía gallega. Los componentes del grupo son músicos profesionales que llevan más de veinticinco años dedicándose a la música, por lo que podrán asesoraros en todo lo que concierne a la música de vuestra boda sin ningún problema.
Además, tienen una gran capacidad de adaptación a cualquier tipo de repertorio y situación que se puede dar durante el gran día. Les avalan su buen trato, profesionalidad y sobre todo, su grandísima experiencia.
Siempre cuentan con dos músicos fijos, Agustín y Raquel, que acuden a todos los eventos. A estos, a veces, se les añaden otros músicos como más violines, soprano, ¡o incluso una coral entera!. Siempre según lo que pidan los novios.
Y ahora, llega el momento de cederle el testigo a Agustín, y que os dé las mejores claves para elegir la música de vuestra ceremonia, ¡esperamos que os guste!
A la hora de escoger la música para la ceremonia hay demasiados frentes abiertos que a veces nos superan y, aunque lo mejor sería dejarse aconsejar por los profesionales del sector, nunca está de más conocer bien las posibilidades musicales que existen para una ceremonia. La música puede marcar la diferencia y hacerla única así como darle incluso un toque mucho más personal que los propios trajes de novia o novio.
Es un tema largo y amplio pues si bien las ceremonias civiles y religiosas no son iguales, tampoco todas las civiles ni todas las religiosas son iguales entre ellas. Si a esta añadimos las costumbres musicales que de la zona geográfica donde se celebren, ya daría para una tesis. Y todo esto sin entrar realmente en los gustos musicales de los contrayentes.
Vamos a centrarnos en Galicia y darle un repaso a las estructuras de las ceremonias religiosas y civiles para así aprender a escoger la música para cada momento adecuado pero antes de continuar intentaré explicar la función de la música en las ceremonias para así comprender todo lo que viene después.
La música debe crear una banda sonora para un momento muy especial y no debe de alargar la ceremonia. Debe reforzar las emociones de un momento concreto que ya de por sí es emotivo. Es muy importante saber cuándo la música va a estar en un primer plano y cuándo no y también la duración del momento concreto. ¡Para eso estáis leyendo esto!
Por poner un ejemplo: una misma entrada de una novia puede acabar en un mar de lágrimas o ser un momento muy jovial según la música elegida. Pero tampoco queremos que la novia tarde 30 segundos en entrar y la música dure 7 minutos más. Por eso será muy importante la elección de cada tema musical.
Ceremonias civiles
Voy a empezar por las ceremonias civiles pues son un poco más sencillas en cuanto a su estructura y tienen menos que explicar por una razón: se adaptan básicamente a lo que los contrayentes desean en muchos aspectos como la duración, el sitio y por supuesto el repertorio musical.
Esta flexibilidad de la ceremonia hace que haya que pensar en diversos aspectos que afectarán al desarrollo de la ceremonia empezando por el sitio. Debéis asesoraros bien al pedir presupuestos porque la sonoridad de un músico no es la misma que la de cuatro ni es lo mismo la sonoridad al aire libre que en una sala cerrada. También hay que pensar en la duración, que va a depender de las intervenciones que haya a lo largo de la misma.
Hemos actuado en ceremonias de 16 minutos (con música incluida) y en otras que han llegado hasta 1 hora y 45 minutos. Esto son excepciones. Por experiencia podríamos decir que las ceremonias civiles duran entre los 25 y los 40 minutos, aunque tampoco podemos comparar cuando se celebra en un sitio oficial (como un ayuntamiento) con cuando se celebra en un sitio especializado en celebraciones.
Una ceremonia civil puede tener todos aquellos momentos que consideréis oportunos y en el orden que queráis pero siempre hay algunos que no suelen faltar. Vamos a analizarlos más en detalle:
Entrada novios
Por lo general, los contrayentes entran separados y cada uno con una canción propia. Es un desplazamiento que no suele ser demasiado largo, por lo que muchas veces los profesionales tendremos que acortar la canción.
No os recomiendo elegir, por mucho que os gusten, piezas como Bohemian Rhapsody o Starway to heaven porque no vais a poder escuchar ni un cuarto de la pieza y, si realmente queréis entrar con esa pieza musical, sed concretos al hablar con los músicos y decidles “quiero que suene esta parte concreta o esta otra”.
Lecturas de familiares/amigos
Unas cuantas lecturas es interesante, divertido, entrañable o entretenido. ¡Dieciséis lecturas son demasiadas! Así que la primera decisión es seleccionar bien a quién queréis que os diga algo en esos momentos. El segundo lugar es pensar en cómo se va a escuchar.
No es lo mismo una boda en un espacio abierto, que en una sala de un castillo. Si elegís un espacio abierto, necesitaréis amplificación para que todos los invitados puedan escuchar con claridad. A nivel musical aquí suele haber dos opciones.
La primera es poner música de fondo muy, muy, muy bajito y a ser posible que sea música sólo instrumental ya que, si hay voz, la letra de la canción acabará distrayendo la atención de los invitados en mayor o menor medida, mientras que si sólo es instrumental, reforzará las emociones. También hay pensar en cuáles serán esas emociones.
Si va a hablar el típico amigo simpático, no le pongamos de fondo una pieza que ayude a llorar como el Adagio de Barber y si va a ser una lectura de un familiar que va a recordar a los que no están, pues por favor, nada que sea muy rítmico y alegre.
La segunda opción sería poner una pieza antes de empezar las lecturas y otra al acabarlas o incluso si no son demasiadas, alguna intervención musical breve entre lecturas. Digo breve porque aunque pueda parecer una idea genial, dos minutos de música se pueden hacer eterno cuando la gente está en silencio esperando a que los músicos acaben para escuchar a la persona que va a hablar.
Lectura de artículos
No pongáis música aquí. Que se escuche bien. Además, no duran ni un minuto.
Posibles ritos
Hay infinidad de ritos que se pueden incluir como son el rito de la arena, el de las cintas, el de las copas… o incluso los típicos votos e intercambios de anillos.
Aquí puede elegirse cualquier música de fondo y los propios músicos estarán atentos para saber cuándo subir y bajar el volumen según se vaya a decir algo o no. Esta cualidad denota la profesionalidad de los músicos así como la experiencia de los mismos.
Fin de ceremonia
Una vez finalizada la ceremonia hay que poner algo alegre y festivo que sonará a todo volumen para competir con aplausos, explosiones de confeti o cualquier cosa que se le ocurra a los invitados.
También puede ser el momento para hacer el típico paseíllo final si es que realmente se realiza algún desplazamiento en el que los invitados se colocan a ambos lados o al final del recorrido y pueden lanzar arroz, pétalos o lo que se les ocurra.
Ceremonias religiosas
Las ceremonias religiosas tienen una estructura mucho más definida y menos variable que las civiles ya que es un rito con muchos años de antigüedad. También podríamos hablar de las diferencias según el tipo de religión de la que se trate, pero nos vamos a centrar en la estructura religiosa de la Iglesia Católica que es la que más implantada está en nuestra sociedad y la que se entiende por habitual.
Voy a hablar sólo de lo que respecta a la estructura musical pero esta estructura os dará una idea de cómo es la ceremonia ya que lo más seguro es que cuando estéis leyendo esto y pensando en lo que queréis escuchar, aún no habréis hablado con el sacerdote, y es un aspecto muy a tener en cuenta.
Pensad que dentro de la Iglesia en la que os vais a casar, el que manda es el sacerdote y no son todos iguales. Al igual que nosotros, cada uno es como es, para lo bueno y para lo malo. Hay sacerdotes que no ponen ninguna pega y les da igual la música que pongáis. Hay otros que no aceptarán de ninguna manera música que no sea religiosa o clásica. Otros pedirán que, si hay voz, la letra sea traducida y se cante en un idioma que se entienda.
Nos puede parecer mejor o peor pero el sacerdote será la persona que estará al frente de la celebración y no queremos (ni los novios ni los músicos) que la persona que oficia la ceremonia esté enfadada o de mal humor.
Así que sin entrar en polémicas os voy a dar una recomendación: hablad o escribid a los músicos, que os sugieran un repertorio o pedidles vosotros lo que queréis y escuchad lo que os dicen al respecto y, una vez que tengáis el repertorio listo y a vuestro gusto, intentad sondear al sacerdote a ver qué le parece.
Nosotros siempre vamos con la antelación suficiente para tenerlo todo listo y eso incluye hablar con el sacerdote. En cuanto lo vemos entrar, lo ataco personalmente y hablo con él sobre la estructura y la música. Esta confirmación de último momento nos ayuda a saber si el número de lecturas va a ser el que es, si va a haber salmo, le recordamos que tocamos en esta parte o en aquella otra, que aquí esperamos tocando a que él acabe … Todo lo que pueda ayudar a pulir cualquier pequeño detalle que se haya escapado.
También hay que tener en cuenta que hay momentos en los que las canciones podrán ir casi enteras, pero otros en los que apenas podremos tocar 40 segundos. Dicho y advertido todo lo anterior paso a explicar cada una de las partes de una ceremonia religiosa:
Entrada novia
Antes de empezar a caminar hacia el altar asegurémonos de que la pieza musical del novio ha acabado y está empezando la vuestra. No suele ocurrir porque el fotógrafo ya se encarga de esto pero hay ocasiones en la que los novios entran demasiado seguidos.
Habrá que elegir una pieza musical que debe durar todo el camino que realice la novia y un poco más pues al llegar al altar hay que saludar, tener claro dónde situarse, colocarse el vestido y calmar los nervios. Por lo tanto puede llegar a sonar la canción completa o casi, según la duración de la misma. Es el momento habitual de las marchas nupciales (las más famosas son la de Wagner y la de Mendelssohn) aunque cada vez es más habitual encontrar peticiones diferentes y personalizadas.
Lecturas
En las lecturas puede varias opciones. Las más habitual es que haya una lectura y un salmo responsorial (que se leen seguidas). Aquí lo normal es tocar una pieza después del salmo, que suele ser un aleluya. El gran éxito es el Hallelujah de Leonard Cohen (BSO de Shrek), pero tenéis también preciosidades como el Benedicat Vobis o el Hallelujah, ambas de Haendel.
Consentimiento
Aquí hay que tener en cuenta que lo más importante es lo que decís vosotros, los novios. En caso de que deje el sacerdote, tiene que ser música muy suave, poco rítmica y sin letra (en caso de que haya voz). Muy de fondo.
Los músicos ya estarán atentos para saber cuándo subir y cuando bajar el volumen pues es una fórmula que nos sabemos de memoria y también el momento en el que empezar a tocar pues el escrutinio previo debe escucharse bien (es la parte en la que respondéis “venimos libremente, estamos decididos y estamos dispuestos”).
Otra razón más para no poner música en este momento es que si alguien está grabando vídeo para editarlo, prefiera un sonido limpio y luego mezclar ellos mismos la música elegida. Si no hay problema con vídeo ni con el sacerdote, poner música de fondo aquí reforzará la carga emocional y quedará precioso. Un gran éxito para este momento es el conocido Aria de la segunda suite orquestal de Bach.
Ofertorio
Es el momento en el que el sacerdote ofrece el pan y el vino y se necesita música en primer plano. Es un momento de los más importantes para los sacerdotes, con lo que intentad no alejaros demasiado de la tranquilidad. Un gran éxito para este momento son los Ave María.
Santo
Es importante aclarar que aquí sólo se debe de tocar si hay voz. Si la agrupación es instrumental, es el sacerdote el que se encarga de rezar esta oración.
Paz
Aquí habría que tocar muy poco tiempo ya que no se tarda nada en dar la paz. Alrededor de medio minuto, así que pensad más bien en un tema musical y no una pieza completa. Por ejemplo, el tema principal de la banda sonora de La vida es bella. También cabe una posibilidad para que no sea tan corto este momento musical pero que sólo funciona si hay voz en la agrupación.
Se trata de cantar un “Agnus Dei” (Cordero de Dios). El Agnus Dei es la oración que se reza justo después de la paz pero, si colocáis en la paz el Agnus Dei, ya el sacerdote no lo rezará. Así no se alarga la ceremonia pero hay algo más de música.
Comunión
El problema principal de este momento es que no puedes saber cuánto va a durar. Es imposible saber cuántos invitados querrán comulgar ni la velocidad a la que el sacerdote va a ir. La más corta que hemos visto fue una en la que sólo comulgaron los novios, padrino y madrina. La más larga superó los 14 minutos y menos mal que vamos bien preparados y cargados de material.
Por tanto, os aconsejo una pieza larga porque además, el sacerdote al finalizar la comunión tiene que recoger y limpiar, con lo que la música tiene que llegar hasta ese punto pues si no se hace un silencio muy incómodo. Como buen ejemplo aquí podría ir el tan recurrido Canon de Pachelbel que es bastante largo y además se puede finalizar casi en cualquier momento quedando muy bien.
Fin de ceremonia
Algo alegre, festivo y a todo volumen. Ya ha finalizado la ceremonia y aquí debería de haber mucha más libertad para escoger. Nosotros en este momento hemos tocado Haendel, Coldplay, The Beatles, Queen…
Salida de los novios
Es ese momento en el que los invitados están fuera armados con sus grandes deseos que os van a transmitir lanzándoos arroz, pétalos o lo que se tercie. En esa salida de la iglesia podéis elegir libremente.
También hay muchos novios que se deciden por poner aquí una marcha nupcial. Pensad que sólo la vais a escuchar dentro pues cuando lleguéis a la puerta, la festividad pasará por encima de la música. Así pues, escoged algo muy personal pero corto para el momento en que salís de la Iglesia hacia la “lluvia de arroz”.
Esperamos que este post os haya gustado y que hayan resuelto las dudas que podáis tener sobre la música en la ceremonia de vuestra boda, ¡GRACIAS POR COLABORAR CON NOSOTRAS!
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Fotografía de portada de Javi Collazo