Destinos luna de miel: Japón

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Hoy os traigo un nuevo destino elegido por la agencia de viajes NUBA para vuestra luna de miel. El país donde las calles no tienen nombre, donde la cortesía se apodera de nosotros, donde una sonrisa nos espera en cada rincón. Tan pausado como frenético, tímido, atrevido, meticuloso, espontáneo, clásico sin dejar de ser moderno, Japón es un contraste entre tradición e innovación. El país del sol naciente, de la belleza sutil es tecnología y cultura tradicional, modernidad extrema que nos acercará a Occidente y la salvaguarda de la riqueza del pasado que nos retrotraerá a Oriente.

Este recorrido nos mostrará los tesoros de un territorio extraño y atractivo por igual donde no cesaremos de aprender y descubrir, desde su idioma a su forma de comer, desde sus modales a su religión. Japón nos acercará a una cultura fascinante, basada en el culto a los antepasados y en la moral de su pueblo como incombustible motor de progreso.

Si además podéis viajar a la región de Chubu, en el centro de Japón, os sumergiréis en el Japón de la época feudal. Sus calles flanqueadas por casas señoriales, sus antiguas zonas de recreo, sus castillos y los magníficos jardines lo convierten en un destino único. Esta tradicional zona de Japón es también una meca de la artesanía: kimonos de seda Kaga-Yuzen, cerámica de Kutani y Ohi, lacados Wajima tratados en hojas y polvo de oro, etc. Los famosos espectáculos de nô o la afamada cocina tradicional contribuyen también al exquisito refinamiento de esta región.

 

INTRODUCCIÓN A JAPÓN:

En 1603 el régimen del shogun Tokugawa (una forma feudal del dictadura militar) dio paso a un periodo de aislamiento de cualquier influencia extranjera, que aseguró el mantenimiento del poder de este régimen durante más de dos siglos. En esta época, Japón fue testigo de un renacimiento de su cultura local y de gran estabilidad. Tras el tratado de Kanagawa en 1854 firmado con Estados Unidos, Japón abrió sus puertas y comenzó un periodo de modernización e industrialización. A finales del siglo XIX y principios del XX el país se convirtió en una potencia regional, capaz de derrotar a las fuerzas de China y Rusia. Ocupó Corea y Formosa (Taiwan), hasta que en 1931-32 llegó a Manchuria y en 1937 comenzó una invasión a gran escala de China. En 1941 Japón lanzó una gran ofensiva sobre las tropas estadounidenses, que significó la entrada de este país en la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que ocupaba la mayoría de los países del sudeste asiático. Tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón se recuperó hasta convertirse en la gran potencia económica y aliado estratégico de Estados Unidos que hoy conocemos.

Aunque el Emperador mantiene su estatus de jefe de estado, como símbolo de unidad del país, son realmente los políticos con gran apoyo de los burócratas y sobre todo los grandes empresarios los que ostentan el poder de decisión. A principios de los 90, la economía japonesa sufrió su primera caída tras 30 años de crecimiento sostenido nunca visto. Aun así, hoy en día sigue siendo uno de las principales potencias económicas, tanto en Asia como en el resto del mundo.

 

CLIMATOLOGÍA:

El país tiene cuatro estaciones bien definidas: primavera , verano, otoño e invierno.

– Invierno: Las temperaturas raramente superan los 0°C en la zona de la costa del Océano Pacífico durante el invierno. Es una región relativamente seca y frecuentemente soleada. Este paisaje invernal contrasta con las temperaturas relativamente suaves y agradables del sur del país.

– Primavera: La floración del cerezo realiza su espectacular aparición en la zona de Tokio entre finales de marzo y principios de abril. Espléndidos paisajes, montañas y jardines plagados del sonrosado color de las flores caracteriza a esta época del año.

– Verano: Comienza en el mes de junio, con unas tres o cuatro semanas de lluvias torrenciales. El verano es la estación del año en la que acontecen las fiestas más tradicionales y los eventos más interesantes.

– Otoño: Brisas ligeras y temperaturas más suaves. Es la estación en la que tienen lugar importantes conciertos de música, actividades de ocio y competiciones deportivas.

 

QUÉ VISITAR

  • Kyoto:

Si Tokio debe parte de su cultura a sus orígenes humildes, Kyoto debe su carácter a su capitalidad imperial. Nombrada capital del imperio a finales del siglo VIII y capital del país durante más de 1.000 años, Kyoto engloba a la perfección la esencia de Japón: tradicionales casitas de madera, arraigadas costumbres, expresiones sublimes de arte tradicional, cocina exquisita, cerezos en flor y el ruido de las geta o sandalias de las geishas sobre los adoquines. Si bien es cierto que es posible toparse con todo lo anterior en un único paseo, Kyoto ofrece además 1.600 templos budistas, cientos de santuarios sintoístas, más de doscientos jardines, varios pabellones imperiales y museos de primera categoría. Adentrarse en esta ciudad es un viaje en el tiempo, una experiencia única para intentar desvelar la compleja cultura de este gran país.

Es aconsejable perderse por el espectacular bosque de bambú de Arashiyama, situado a las afueras de Kioto y uno de los rincones verdes con más encanto de Japón. Este rincón mágico fue mencionado en el famoso libro de Murasaki Shikibu “La Historia de Genji”, escrito en el siglo XI. El bosque sigue evocando, hoy en día, un período en el que los aristócratas japoneses solían pasear bajo la atenta mirada de hipnóticas cañas de bambú.

El castillo medieval de Nijo es un excelente punto de partida, siendo uno de los grandes atractivos que ofrece Kioto. Este monumento histórico, construido casi en su totalidad en madera, nos cautivará y trasladará a épocas remotas de la era Edo. Situado en el centro de la ciudad, está rodeado por un foso al que sigue un gran muro de piedra que delimita la fortaleza. En sus esquinas hay torres de vigilancia en color blanco de gran belleza desde las que podían ver llegar a sus enemigos a gran distancia.

Un extenso recinto ajardinado es la antesala al pabellón donde vivía antiguamente el Shogun, actualmente convertido en museo. Su visita nos permitirá recrearnos el estilo de la vida del periodo Edo, así como observar las diferentes estancias del edificio, tales como dormitorios, salas de reuniones e incluso zonas para los invitados. Armas, ropas, atuendos, objetos de la época nos acompañarán durante el recorrido. Además, el castillo está repleto de túneles secretos y subterráneos para descubrir a los “traidores”. Construido en 1603, este recinto es una auténtica obra de arte y de gran valor cultural para Japón.

El templo Kinkaku-ji, famoso por su “pabellón dorado”, fue construido originalmente en 1397 como villa de descanso del shogun Ashikaga Yoshimitsu pero, a su muerte, el hijo transformó el edificio en un templo Zen de la secta Rinzai. El pabellón de oro, o Kinkaku, es un edificio de tres plantas ubicado en los terrenos del templo. Las dos plantas superiores están recubiertas con hojas de oro puro. El primer piso, llamado “la cámara de las Aguas”, Shinden-zukuri, evoca la clásica decoración japonesa modulada. El segundo, llamada “la torre de las Ondas de Viento”, Buke-zukuri, es un recinto cerrado de estilo samurái con una baranda alrededor que alberga al Bodhisattva Kannon. El tercero, de influencia Zen, conocido como Kukkyoo-choo , alberga una tríada de Budas y 25 figurillas Bodhisattvas.

Este complejo funciona como un shariden, guardando las reliquias de Buda. En el techo veremos un fenghuang o «fénix chino» dorado. El lugar se encuentra rodeado por un magnífico jardín japonés. El estanque que se ubica enfrente es llamado Kyoko-chi por su forma de espejo de agua y existen numerosas islas y piedras que representan la historia de la creación budista.

El gran escritor Yukio Mishima noveló la historia de este emblema de Kioto en su obra “El pabellón de oro”.

No os podéis perder el templo Ryoanji. Grava, roca, hierba y musgo son los elementos que abundan en este jardín zen japonés, resultado de la centenaria práctica paisajista creada en Kioto. El jardín de estilo kare sansui Ryoanji, al igual que los jardines de Versalles, tiene fijación por la opulencia, en este caso emocional. Es impresionante la emoción que pueden llegar a provocar un par de piedras bien colocadas, símbolo de las montañas y la naturaleza del país.

Podéis acudir al templo de Kiyomizu-dera, templo del agua pura, para ser testigo privilegiado, desde su sala principal, de una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad, la quinta esencia de la era Edo. Un agradable y relajado paseo nos llevará por el antiguo barrio de «Sannenzaka», con sus calles pavimentadas con piedras y a cuyos laterales nos encontraremos tiendas de madera.

Podéis continuar vuestro recorrido acudiendo a Sanjusangen-do, templo peculiar conocido en todo el mundo por su extravagante exposición de 1001 estatuas de Kannon, la diosa budista de la misericordia. El complejo es el edificio de madera más largo de Japón y en él pueden verse las estatuas de 28 deidades japonesas, quienes protegen el universo budista.

A continuación, visitar el Fushimi Inari Taisha, un santuario sintoísta dedicado al espíritu de Inari, protector de las cosechas. Conocido por sus miles de toriis rojos que delimitan el camino por la colina donde se encuentra el santuario. En la base de la colina se encuentra el santuario Go Honden y la puerta de Sakuramon. Pasear por el bosque, atravesando un sinfín de puertas sagradas, nos permitirá vivir una experiencia inolvidable. Tras recorrer este mágico lugar podéis parar en los varios puestos de comida que ofrecen Kitsune udon, un popular plato de fideos que toma su nombre de los kitsune, los zorros que ejercían como mensajeros de Inari.

El barrio de Gion, ubicado a orillas del río Kamogawa, uno de los lugares más emblemáticos de todo Japón se caracteriza por el incesante e hipnótico tic-tac-tic-tac proveniente de los zapatos de madera de las geishas. El distrito se presenta como epicentro de estas musas japonesas y sus calles, recuerdos de un Imperio que todavía no ha sucumbido a las grandes construcciones modernas, ni a los edificios contemporáneos, ni a los rascacielos inalcanzables. El rincón más conocido es Ishibe-koji, una genuina austera, sencilla, estrecha callejuela donde nos encontraremos solos rodeados de madera, pisando grandes losas de piedra y pasando frente a tentadores restaurantes, los ryoteis, y los típicos hoteles japoneses, los ryokan.

 

  • Monte Fuji:

«El hombre sabio sube al Monte Fuji una vez. El hombre tonto lo hace dos veces». Así es como resume un viejo refrán nipón la tradición que todo japonés que se precie debe cumplir: ascender al Monte una vez en la vida. Un viaje al país del sol naciente no está completo sin una visita a este volcán. Sus 3.376 metros de altura no sólo lo convierten en el pico más alto del país, sino también en su volcán más sagrado. Fuji-san, como se le conoce familiarmente, es objeto de respeto en todo el país, y antiguamente se adoraba al monte por su perfecta simetría y su poder (la última erupción tuvo lugar en 1707). Hoy sigue siendo uno de los lugares más visitado del país y mantiene su estatus de símbolo nacional.

 

  • Tokio:

Lo que comenzó siendo una humilde aldea de pescadores a orillas de la bahía Edo («Boca del Estuario») es hoy la metrópoli asiática por antonomasia. Con doce millones de habitantes en su área metropolitana, la capital alcanza los 30 millones si se cuentan todas las zonas residenciales que se extienden a su alrededor. Todos ellos se mueven a un ritmo imparable entre enormes carteles de neón, ruido incesante y tráfico endiablado. Sin embargo, lejos de ser una pesadilla urbana, Tokio sorprende al visitante con calles tranquilas, enormes parques verdes cuidados con esmero, entrañables festivales, milenarios templos y tradiciones ancestrales. Tokio se abre al viajero como una utopía donde los trenes funcionan sin el mínimo retraso, la tasa de criminalidad es prácticamente inexistente y las tiendas, abiertas 24 horas, venden todo lo que se pueda necesitar y todo aquello que jamás se pensó que podría necesitarse. Sus ciudadanos visten a la última, comen en los mejores restaurantes y salen de marcha por los clubs más de moda. La ciudad se reinventa a sí misma cada segundo: Hoy, en Tokio es ya historia.

Desde una plataforma de observación ubicada en el piso 52 de la Roppongi Hills Mori Tower, disfrutaréis de una vista de 360 grados de Tokio y podréis ubicar los puntos más representativos de la metrópolis. A continuación, podéis visitar el museo de arte contemporáneo Mori. El santuario de Meiji Jingu, dedicado al emperador Meiji y su consorte, la emperatriz Shoken, es considerado el más importante templo sintoísta de Tokio.

Podéis continuar vuestra visita hacia la zona de Harajuku. Esta parte del área metropolitana de Tokio es el feudo de los quinceañeros vestidos como sus personajes favoritos de manga. Es aconsejable pasear por las concurridas calles de Omotesando Dori y Takeshita Dori, franqueadas por tiendas de ropa, zapatos, cosméticos, cafeterías, etc.

Una posible actividad interesante puede ser acercarse a Nikko, uno de los principales destinos turísticos japoneses, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1999, con su santuarios, obras maestras de la arquitectura y la ornamentación artística.

Otra posible alternativa es acudir muy temprano al mercado de pescado de Tsukiji, la mayor lonja de pescado de todo el mundo. Este lugar representa una oportunidad única de entender los secretos de la gastronomía nipona, una de las inconfundibles señas de identidad del país y desayunar uno de los sushi más frescos en los puestos cercanos.

 

  • Odawara:

Una vez en Odawara podéis comenzar con una excursión al Parque Nacional de Hakone. Durante el recorrido observaréis Owakudani, el «Gran Valle Ardiente», donde los chorros de agua y de azufre brotan de grietas ocultas en la roca. Las nubes de vapor emanan de las grietas y las fuentes de agua caliente borbotean, formando un paisaje de ensueño, como de otro mundo, todo ello bajo la mirada al fondo del monte Fuji. Esta zona se creó en la última erupción del monte Hakone hace unos 3.000 años.

El lago Ashi, conocido por reflejar como si se tratase de un espejo la silueta del monte Fuji, es el marco ideal para realizar un mini-crucero. Para finalizar podéis ascender en teleférico al monte Sounzan, donde podréis admirar su espectacular panorámica.

Si podéis, os aconsejo que probéis el sumun de la gastronomía japonesa degustando una cena gourmet Kaiseki, toda una experiencia culinaria para los sentidos y una cuestión de honor para los chefs, ya que les permite demostrar su dominio en las técnicas más refinadas.

 

  • Kanazawa:

Allí podéis visitar la antigua casa de la Familia Nomura y el Jardín Kenrokuen y finalizar la visita en la antigua casa de Kaikaro, donde podéis degustar de té japonés.

  • Shirakawago:

Ciudad Patrimonio de la Humanidad de Shirakawa. Allí podéis visitar el antiguo poblado, además del Museo Minkaen donde podréis conocer de primera mano como era la construcción de las famosas casas «Gasshozukuri» únicas en el pueblo de Shirakawa y pasear por sus exhuberantes jardines.

  • Takayama:

Allí podéis comenzar visitando el mercado, el Hall de Yatai Kaikan, donde se exponen los tradicionales «Yatai» utilizados durante el Festival de Takayama dos veces al año, y la Casa Gubernamental de Takayama Jinya, uno de los edificios con más historia de la ciudad construido en 1629.

 

ALOJARSE EN UN RYOKAN:

Existen ciertas particularidades en los alojamientos tradicionales que conviene conocer. En la newsletter de hoy os cuento todos los detalles que debéis saber antes de alojaros. Pincha aquí para recibir toda la información.

 

IMPORTANTE:

Si tenéis algún tipo de alergia y/o problemas en las vías respiratorias, debéis saber que algunos inhaladores están prohibidos según una estricta ley anti-drogas promulgada por el gobierno de Japón. Podéis informaros en la Embajada de Japón en España.

 

DOCUMENTACIÓN NECESARIA:

Es necesario poseer un pasaporte con al menos seis meses de validez. Los requisitos de visado se pueden consultar en la embajada o consulado correspondiente así como en la web www.visados.org. Las autoridades japonesas obligan a tomar una fotografía de la cara y une huella digital de todos los visitantes a Japón, independientemente de la duración y el propósito de la estancia en el país. El procedimiento se lleva a cabo en el aeropuerto de llegada y dura unos minutos. Los menores de 16 años están exentos de este trámite.

 

EQUIPO RECOMENDADO:

  • Para el ascenso el Monte Fuji: Botas de trekking ya usadas, gafas de sol, mochila pequeña, traje de baño, gorro para el sol, camisas de algodón, crema de protección solar.
  • Para invierno: forro polar, gorro de lana, guantes, medias de lana, pantalones y un pasamontañas que cubra el cabello, las orejas, la frente y la barbilla es muy útil en las altitudes mayores.

Mucha gente se acalora al escalar, por lo que es mejor vestir por «capas», por ejemplo: camiseta, camisa, jersey, chaqueta. El sudor conlleva la pérdida de líquido corporal, al tiempo que empapa la ropa, que se enfría rápidamente con el viento. Lo aconsejable es ir quitándose capas al sentir calor y el volvérselas a poner cuando se pare a descansar.

La ropa ajustada, especialmente el calzado, impide la circulación y causa irritaciones, por lo que deben usarse prendas holgadas y confortables y botas bien adaptadas al pie.

Para el resto de las visitas:

  • Ropa cómoda (ligera para verano y primavera y apropiada para el frío para otoño e invierno), calzado cómodo, gafas de sol, traje de baño, alguna prenda de abrigo para el verano y primavera, chubasquero.
  • Se recomienda llevar un botiquín personal según necesidades médicas de cada uno, sin olvidar incluir tiritas, repelente anti mosquitos, crema de protección solar alta y toallitas húmedas, asi como pastillas para el mareo, para la excursión a Owakudani, ya que es una carretera de montaña con muchas curvas.

 

MONEDA:

La moneda oficial de Japón es el yen. Se recomienda llevar suficiente dinero en efectivo, ya que no todos los establecimientos (restaurantes, tiendas…) aceptan tarjetas de crédito mundialmente reconocidas. Los cajeros automáticos suelen estar cerrados a partir de las 21:00h.

LENGUA:

La lengua oficial es el japonés. El uso del inglés está extendido en los establecimientos turísticos.

RELIGIÓN:

84% sintoísmo y budismo, 16% otros (0,7% cristianismo).

 

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Fotografías e información facilitadas por: NUBA

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