La decoración de una boda es una de las partes en la que los novios suelen hacer más hincapié, ya que es el momento de plasmar la personalidad de la pareja en cada uno de los elementos que formen la decoración final.
Sorprender es uno de los principales objetivos que buscan la mayoría de las parejas, y hoy en día con la cantidad de información que tenemos al alcance, ser original es cada vez una tarea más complicada.
Una de las últimas tendencias que llegó a las bodas es la decoración suspendida, y yo me declaro fan total. Este tipo de decoración tiene muchas ventajas, pero dentro de ellas hay que destacar:
- Facilita la conversación: uno de los principales problemas a la hora de elegir los centros de mesa es que no interfieran en la visión de los invitados. Si la decoración está suspendida del techo nunca entorpecerá la visión ni la conversación.
- Ambiente acogedor: en salones con techos altos, este tipo de decoración hace que los espacios se llenen y el invitado se sienta más arropado.
Existe una gran variedad de tipos de decoración suspendida:
- Arreglos florales: flores colgadas de manera individual o centros de mesas colgantes, os darán mucho juego a la hora de decorar el salón.
- Luces: uno de los must en las bodas, cientos de bombillas colgadas del techo a lo largo de una gran mesa imperial. ¿Precioso verdad?
- Cintas: es una manera muy fácil y económica de personalizar vuestra boda. De diferentes tipos, colores, tamaños…
- Jaulas, pompones…: ¡Lo que más os guste! Podéis jugar con cualquier elemento.
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Fotografía de portada: Studio Impressions Photography
Vía: Style Me Pretty
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